Parte de una famosa pieza del canto nuevo de Silvio Rodríguez dice en una de sus estrofas: “Si me dijeran pide un deseo, preferiría un rabo de nube, que se llevara lo feo y nos dejara un querube”. 

Aplicado a política, el deseo ferviente de muchos es alejar la maldad del proceso, pero se ve imposible, así lo muestran las muertes y atentados contra aspirantes a cargos y a periodistas, otrora libres, hoy amagados, perseguidos, insultados y menospreciados, 

Actualmente saltan a la vista las separaciones de grupos sociales, e inclusive hasta de amigos entrañables y familiares cercanos, en donde el caos llega a la agresión sentimental o psicológica y no pocas veces hasta al daño físico. 

La politización nos está separando cada día más, ya no hay tema de conversación en donde no destaquen los insultos contaminantes del ambiente y, a mi entender, son procesos mercadológicos de unos cuantos que aplican la máxima del divide y vencerás.  

Aquí ya no se trata del ego simplista como el querer dar primicias de diva fracasada, más bien lo correcto es informar las propuestas propositivas de cada candidato y apartar del camino las hiedras venenosas que solo dañan el proceso y crean desconfianzas y abstencionismo. 

Qué bueno sería que la ciencia se aplicará a la política y hubiera el premio para aquel que inventara la pócima para blindar el alma, para despertar pasivas neuronas, para infundir en los indecisos y en los jóvenes conformistas que lo que viene es cuestión de todos y que de ahí depende el porvenir de las futuras generaciones. 

Ya sabemos que los candidatos, ya estaban palomeados por los grupúsculos en el poder de todos los partidos y que la suerte del sorteo o de le encuesta es como creer que Santa Claus llegó en el trineo a dejarnos un regalo, pero si así es y seguirá este país lleno de contradicciones, cuando menos no callemos y emitamos nuestro sentir por medio del sufragio, 

Todos tenemos la inteligencia en saber que le conviene a México, al estado y a nuestra ciudad, votemos al carajo a quienes evidentemente no merece llegar, así se llame como se llame o presuma ser de la noche a la mañana, la o el elegido (a) de dios, eso al fin de cuentas es una blasfemia que se pagará caro. 

vientosdelsur@infinitummail.com  

Guillermo Gutiérrez González

Matamorense de nacimiento, adoptado hace 40 años en Tampico, ex Director de Noticieros de Televisa del Golfo por 37 años, autor de la columna “Vientos del Sur” con temas políticos y sociales del acontecer del país, pero con enfoque a Tamaulipas y en especial al Sur de la entidad.